El Concertgebouw (en holandés, sala de conciertos) comparte la Museumplein con los museos más importantes de Amsterdam. Su excelente acústica ha llegado a convertirla en una de las tres salas de concierto más importantes a nivel mundial, sólo comparable al Simphony Hall de Boston o el Musikverein de Viena.

Su construcción fue decidida por un grupo de seis prominentes ciudadanos, ante la carencia en la ciudad de una sala de conciertos adecuada. Las existentes o eran pequeñas, o su acústica era deficiente. Así, el encargado de seleccionar el lugar del emplazamiento fue Pierre Cuypers, arquitecto del Rijksmuseum, por entonces en plena construcción, quien sugirió las proximidades del nuevo museo, apenas fuera de los límites de la ciudad por aquellos tiempos.

Se eligió al arquitecto Adolf Leonard van Gendt, autor de otros edificios remarcables, como el indicado para encarar el proyecto y para fines de 1886 la sala estaba lista para ser inaugurada, aunque por diferentes desavenencias entre la sociedad constructora de la sala y las autoridades de la ciudad, discusiones en torno a las vías de acceso y el alumbrado público hicieron que la inauguración se postergara hasta el 11 de abril de 1888. Para esta fecha tan importante, una orquesta de 120 músicos y un coro de 500 personas interpretaron obras de Wagner, Haendel, Bach y Bethoven.

El arquitecto van Gendt se decidió por un estilo neoclásico, que con el paso del tiempo en historia del arte dio en llamarse "clasicismo vienés". La consistencia del subsuelo, débil y arenoso, hizo que fueran necesarios 2186 pilares enterrados entre 12 y 30 metros para soportar la estructura. Una gran lira dorada corona el imponente edificio.

El Concertgebouw está compuesto de dos salas: una sala pequeña, la Kleine Zaal, de forma oval, destinada a conciertos de cámara y recitales, y la Grote Zaal, o sala grande, que mide unos 44 metros de largo por 28 de ancho y 17 de altura, con capacidad para unas 2000 personas, especialmente dedicada a la música sinfónica por su excelente acústica. Es precisamente la calidad de sonido de la Grote Zaal que ha dado al Concertgebouw la fama de la que goza a nivel internacional, sin que nadie pueda explicar exactamente a qué se debe ese milagro sonoro, si pensamos que en aquellos tiempos no se contaba con los avances tecnológicos de hoy para calcular los efectos acústicos y que los arquitectos sólo podían basarse en edificaciones previas que fueran exitosas...

Entre julio de 1985 y abril de 1988 fueron encaradas importantes obras de mantenimiento debido a la fragilidad de los cimientos y se agregó una nueva ala para albergar las boleterías y agilizar la entrada del público a las salas. La fachada fue restaurada completamente y devuelta a su esplendor original en 1992, en tanto que el interior fue acondicionado en 1995.

En los comienzos, la sala era casi exclusivamente la sede de la Orquesta Real del Concertgebouw; se daban unos 70 conciertos por año y no se hacía casi nada por atraer otros espectáculos. Con el paso del tiempo y la necesidad de obtener dinero, la junta encargada de la sala permitió la realización de eventos que poco o nada tenían que ver con la música, desde el Congreso Socialista Internacional en 1904, hasta desfiles de moda, espectáculos de boxeo y oficios religiosos... También la música popular tuvo un espacio en el Concertgebouw, con artistas como Frank Sinatra, Frank Zappa y Louis Armstrong.

En la actualidad, el Concertgebouw está dedicado exclusivamente a la música y el número de conciertos en ambas salas alcanza los 835 cada año.

- Dirección: Concertgebouwplein 2-6

- Sitio oficial del Concertgebouw (en inglés)

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